miércoles, 2 de noviembre de 2011

El amianto, qué grave error

Según el diagnóstico que le habían hecho los médicos, fue por inhalar las microfibras del amianto que había contraído cáncer de pleura. Su marido había muerto de la misma enfermedad años atrás.

Era una mujer valiente (dentro de las limitaciones que le imponía la enfermedad) que no dudó en denunciar el ostracismo y el abandono que sufrían las víctimas de la asbestosis o contaminación por amianto. Pedía una mejor asistencia sanitaria a los enfermos, pero también más información sobre este riesgo ambiental, que se habilitara un protocolo de prevención de riesgos más ambicioso y efectivo para reducir la exposición a este material tan peligroso y que tanto frecuenta en nuestro entorno. La mujer falleció este mes de septiembre.

Quien no tiene a su pueblo, distrito o barrio un tejado ondulado de fibrocemento? Quien no sabe donde hay unos bajantes de este material que están deteriorándose poco a poco, o un depósito, o unas jardineras ... Incluso se hacían pavimentaciones exteriores con materiales procedentes de derribo que contenían fibrocemento, como en el patio de una escuela de Cerdanyola del Vallés recientemente clausurado.

Hace poco El Periódico de Catalunya publicaba los resultados de un informe elaborado por el grupo de trabajo del amianto de la Comisión Europea según el cual la contaminación provocada por la exposición al amianto provocará la muerte de 50.000 ciudadanos españoles de aquí el 2030. Unos resultados que coinciden con los elaborados por la OMS cuando alerta de que en España mueren cada año 1.100 personas por las graves enfermedades derivadas de la contaminación por amianto: una cifra que supone 2 de cada 10 muertes en el mundo.

Algunos cálculos recogidos en este informe determinan que por cada 130 toneladas de amianto en circulación aparece un mesotelioma, un tumor cancerígeno mortal e irreversible en el que sólo el 2% de los diagnosticados sobreviven más de 12 meses. Si tenemos en cuenta que antes de la prohibición (desde 2002 el amianto está prohibido en toda la UE) circulaban más de 2,6 millones de toneladas de este material cada año podemos hacernos una idea de la proporción del desastre.

Un desastre que, además, queda latente en nuestra sociedad, ya que según el Observatorio de la Salud Pública del Consorcio Sanitario de Barcelona el cáncer de pulmón relacionado con el amianto tiene un periodo de latencia muy largo, ya que se puede manifestó incluso 40 años después de la exposición al material.

Las excelentes propiedades ignífugas del amianto, así como su alta resistencia al desgaste y la corrosión multiplicó sus aplicaciones en la construcción y diversos sistemas de producción industrial. Podríamos decir que fue "el producto estrella" en los años 60. Nadie prestó atención pero en sus posibles efectos nocivos para el medio ambiente y la salud de las personas. El error fue monumental. Como fumigar las casas con DDT para echar a los mosquitos, o cargar los tintes de las ropas de metales pesados, o tantas y tantas otras acciones que se llevaron a cabo en aquellos años del "todo vale" en el uso de productos químicos y materiales nocivos.

Las circunstancias han mejorado mucho hoy en día, y más que mejorarán cuando el reglamento europeo REACH sobre sustancias y preparados químicos se desarrolle de manera más ambiciosa y efectiva. Pero los que ya no llegarán a tiempo serán los miles de personas contaminadas por el amianto que hoy en día, o bien sufren cáncer de pleura o bien se encuentran (nos encontramos?) en periodo de latencia sin saberlo. Ellos son, serán, seremos los grandes perdedores de esta tremenda error. Una atención médica personalizada y la adecuada consideración social es el mínimo que piden. Conocer sus reivindicaciones nos puede ayudar a interpretar mejor este grave problema ambiental y de salud pública: www.afectadosamianto.com

Los problemas de la contaminación ambiental y humana

Los tipos de contaminación más importantes son los que afectan a los recursos naturales básicos: el aire, los suelos y el agua. Algunas de las alteraciones ambientales más graves relacionadas con los fenómenos de contaminación son los escapes radiactivos, el smog, el efecto invernadero, la lluvia ácida, la destrucción de la capa de ozono, la eutrofización de las aguas o las mareas negras. La contaminación presupone un costo que muchas veces no se tiene en cuenta y es muy gravoso para la comunidad:

1) Pérdida de los recursos: Al contaminarse los recursos ya no pueden volver a ser utilizados. Un lago o un río altamente contaminado ya no podrán proporcionar agua para riego ni usarse para el consumo humano.

2) Costo para suprimir y controlar la contaminación: Hay que pensar simplemente en cuanto se debe gastar para recuperar un ambiente contaminado, como un río o un lago.

3) Costos de salud: Este es el aspecto que hace reaccionar más rápidamente a la población. Ya que estos costos significan gastos médicos y gastos por pérdida de horas de trabajo.

La lucha contra la contaminación del aire, de las aguas continentales y marítimas, del suelo, así como la defensa del paisaje, la restauración y mejora de las zonas de interés natural y artístico, la protección de la fauna y de la flora, el tratamiento y eliminación de los residuos, la defensa de las zonas verdes y espacios libres, la reinstalación de industrias fuera de las zonas urbanas, la congestión del tráfico urbano, la lucha contra el ruido y tantas otras cuestiones, no son sino aspectos parciales e interrelacionados que han de tenerse en cuenta al abordar acciones o programas de actuación para la defensa del ambiente.

La mayoría de los ciudadanos percibimos ese carácter global del problema de la contaminación; por eso uno se refiere a ella como uno de los principales problemas del planeta. Pero conviene hacer un esfuerzo por concretar y abordar de una forma más precisa las distintas formas de contaminación y sus consecuencias. Para solucionar el problema de la contaminación es de urgente necesidad tomar algunas medidas.

1) El Estado debe preocuparse del problema de la contaminación, dando leyes severas, controlando su cumplimiento y sancionando a los transgresores. El problema ambiental es un problema que afecta al bien común y a la calidad de la vida, y, en consecuencia, no puede quedar al libre albedrío de las personas. El bien común es una responsabilidad del Estado como representante del bienestar de todos los ciudadanos.

2) Una alta responsabilidad incumbe a los gobiernos municipales, responsables directos de la disposición de la basura y las aguas servidas; del control del parque automotor; de las áreas verdes; del control de los ruidos molestos; y de las emisiones contaminantes en su jurisdicción.

3) Los ciudadanos deben tomar más conciencia del problema, exigir respeto por el ambiente y no contribuir a su deterioro. El aporte de los ciudadanos, individualmente, puede ser muy grande en algunos aspectos.

4) Educar a la población a través de las escuelas y medios de comunicación como televisión, radio, periódicos en el respeto por el ambiente y en la erradicación de pésimas costumbres de contaminación ambiental

Una de las preocupaciones más importantes de nuestro tiempo es la calidad ambiental del entorno. Se sabe que es fácil y con frecuencia inútil, caer en la interminable enumeración de problemas y catástrofes ambientales que soporta nuestro Planeta. Describir calamidades no es agradable, ni para el que las cuenta, ni para el que las escucha, pero únicamente la información y la concientización puede corregir situaciones equivocadas y mitigar sus consecuencias. Como es bien conocido en los últimos 150 años, el planeta ha cambiado la estructura natural de su atmósfera y su hidrosfera más que en todo el tiempo ,millones de años, que tiene de existencia. Por esta razón la adecuada protección y conservación del ambiente representa uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la humanidad. Es evidente que se necesitan cambios drásticos y normas muy estrictas si se quiere conservar la calidad de vida en el planeta. Como miembros de la sociedad debemos participar en forma activa en la creación de leyes y reglamentos que tengan un impacto benéfico para el ambiente, nuestra salud y la economía. Es importante señalar que las soluciones al problema de la contaminación están más cerca de lo que uno cree, ya que es posible en nuestra vida cotidiana contribuir con actividades sencillas a mejorar nuestro entorno, como por ejemplo, consumir productos no contaminantes, disminuir el uso del automóvil, separar los desechos reciclables en el hogar, crear espacios verdes, entre otras medias. Es precisamente aquí donde se manifiesta en forma más categórica el hecho de pensar globalmente, pero actuar localmente.